Brindemos nuestras devociones al viento, que los regalos
fluyan como sueños en cada estremecer de anhelos.”
Dejadlos que os evoquen en sus verbenas entre los cócteles
de luna…
dejad que os busquen,
poetas,
en las clarividencias de cada rocío.
Desde los puertos que esperan en sus besos de plata…
tan solo traerte otro
ramillete de suspiros
que se filtran en las melodías de la tarde…
de nuestros amores
donde se arriman los barrios;
de esos corazones donde parpadean las frambuesas
y han pasado por
algunas frases prolongadas como caminitos.
Jugueteando los lobos
con las lucecitas de las tabernas….
Por las cañas mágicas donde rondan los pajarillos.
De nuestras huellas que traen los tintes carmín
por los paisajes que unen cristales.
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