Saltos en la tormenta.

Surrealismo en un retrato ebrio de los ojos fantasiosos...
Con los bigotes libertinos sobre una atalaya del aliento de leopardos.

Componer en un punto final,
un portazo gris en la tormenta breve de ciudad eléctrica.
Un salto del paisajismo en la bandera...

Las memorias del futuro donde sueñan horizontes prisioneros en vísceras de graffiti.
A contrarreloj, atrapar mariposas de humo con la letra en diminutivo;
pero me enciende...

Estrella ajedrezada.

Para un soñador, el ajedrez es según el estado de ánimo, estéticamente brillante o matemáticamente opaco.

Ella que me busca donde todo termina.

Ella que respira el tabaco de multitudes grises
 en los cimientos más amargos del día...
Vendrá tras las tribus que celebran con adornos del sueño
 en los bullicios del café más negro...
Oleajes que se pierden letra adentro donde improvisa para quererme.

Soledad sobre sus pasos,
 inunda con una lágrima grande la feria rosa del parque.
La luna bohemia en una acuarela a la potencia donde todo termina...
Conclusiones fantásticas en las canciones sobre esa corona que danza al viento.
Melena de ajetreos nómadas...

Ausencias en un concierto de sombras tras las jaulas abiertas del circo...
El amor donde se arrastran las súplicas;
los inviernos almacenados en una frase de la fiera plateada del pop.

HOUE

Las frases del buen consuelo.

Donde no hay abundancia, tenemos fortaleza.
Contarte que ya no huyo, que , por fin, he aprendido a navegar el cansancio.
Que se nos ha acabado el talento y nos queda el buen gusto.

La pausa de un poema.

Mascotas del café en la saliva gris,
 muelles de pausa en bullicios indefinibles
.
Caracolas  de la abundancia
en la partitura de los estrategas decorativos.

Constelaciones de balcones
por donde la ciudad asoma al vacío que dejó ella...