sábado, 7 de noviembre de 2015

Una lágrima de azúcar en la canción más triste.


De mi mano,
 ciudadanos en espora ,
sobre los problemas sin rumbo en un amanecer tan frágil...

También me rondaban los ojos sedientos de libertad en los patios...
Convivencia y súplica,
es la melodía,
el corazón relleno de sol de mendigos con sus estómagos heridos...

La sangre de mis sueños
 derramada sobre flores inocentes....

Los alcaloides de sentimientos,
que rondan en satélites el beso de las musas derruidas.