sábado, 26 de septiembre de 2015

Exorcismo del cansancio


 Decoración pesada en arquitectura frágil,
con el consuelo de abrir todas las puertas.

Encontrar el día que brota en el naranjo efervescente
de la moneda nueva.

Desempañar la mirada de ocasos del aislamiento,
de mosaicos de verbos en sombra.

Cual relámpago locuaz,
el pensamiento liberado del desasosiego
de los cielos oscuros que no llegan a tiempo.

El latido que huyó del corazón
en una dosis blanca del entusiasmo.

Desenredar los aparejos del éxodo de los estudios nómadas
sobre el oleaje esmeralda de clorofila interior en las zarpas del tigre.

Rosa que respira la abstracción de correos mojados
en los patios profundos del verso loco.

Nuestra atención con su sonrisa transparente,
danza entre formas bellas de sentimientos sólidos.