vivencia.

Si dejamos que se nos caigan palabras,
 si al mirarte mueres,
 flor del muelle del mañana.

 Liamos fieras pardas
en horizontes perpetuos de los vientos libres
disparar al amor con nuestros proyectiles enfermos...
habitantes de la sombra melódica de una vivencia.

Pero me quedan sus manos, como islas en el recuerdo...
nuestra colección de canciones del alambre de los sueños.
Una fotografía de un verano violeta,
y la conciencia alterada,
compañera de sensaciones exóticas.

Verdes.

Sueños protectores con atmósferas muy densas.
Nuestros ojos donde se encuentra el agua.

el ritmo de los ciudadanos grises ,
de cicatriz metálica,
acribilla los átomos de mañana.

Pero tenemos instantes en los que florecen las percepciones libres.
Nuestros peces que acompañan espejismos de plata,
pero es mas bello tu rostro...

Los parques se componen en las verdes guitarras...
Ya vienen por los ecos de rebaños ,
balada de Abel en sus cauces.

Minutos grises.,,

Sonrie la ternura y se le ven los dientes un poco.
Dejadme minutos grises ,
color de lluvia ,ella;
caer de otra hoja.
Nuestro querer conduce por direcciones atrevidas.,
caricias de océanos hirvientes ,
deja un poco de neón en el corazón...
tras algún eclipse de los ojos penitentes.
y así dejabas pasar
nuestros días de los agujeros.
 Dulcinea de los cabellos de chocolate.

Fuimos.

Fuimos compañeros en la cancioncilla loca...
estribillo de pasiones que galopan bajo la espuela negra.

Tiene prisa la rabia en filtrar el viento con las redes del hombre..
nos bautizo la noche y tenemos espejos llenos de risa.

unas manos cálidas en un recuerdo donde se enfriaban los cocodrilos.
Sueños rosas en las primaveras blancas...

Fantasías del neón de las tabernas...
azul estelar en caballitos de mar.
Mundo y medio que nos queda abrazando el grito.

Migas para pájaros

No han vuelto a saber de mentiras del llanto amable,
 las migas para  pájaros.

Los tambores tienen quejas,
 los bolsillos reparten azúcar de tormenta a los parranderos en rebeldía.

Los ayunos tienen su fortuna en trofeos de los dientes.
Han venido corazones negritos ha comerselo todo,
las cárceles de hueso que esperan sus caballos de llama.
Cabalgarías también , sonrisa perdida, por caminos del brillo;
 suspiras tristeza en tu estrella de nieve negra.

Paraísos prohibidos.

Quedan hechizos donde las libertades ríen
 y la mentira marcha despacio.

Nos queda como consuelo el ruido de nuestros pasos...
Pero algunas pasiones conducen los diablos..
Ahora sueñan los locos con el vientre en llamas..
Las farmacias lunáticas tienen cara de haba.

Mariposas.

Donde las flores del rostro mueren varias veces...
Se ha cansado la belleza de retar al sueño,
de quitarse telarañas de los ojos;
de permitir marchar con la sangre fría...

Por eso siempre vuelven,
componiendo canciones con los vacíos;
escribiendo caminos en las lluvias de besos negros....

 No podrás,
mariposa turbia,
 arrebatar tanto cielo con tus alas minúsculas.

navegantes.

Te dejo en el poso de mis gafas,
 lo que no te de la lengua abstracta.

De observador a navegante,
a capitanear tropas de locos.
Estrategias lentas que vuelven ebrias de otros ojos.

Aunque ese charco oscuro
que escondes en el sombrero,
sera diluida entre grandes océanos.

Balanzas de las nubes.

Llevo soles de guía
 y una fortuna tan arrugada...

donde atmósferas de nata
 igualan la balanza de los cielos...
moldeamos sentimientos como cuencos...

los lobos temerosos de su corazón eléctrico...
paisajes que sugieren ciertos arreglos florales
en estómagos fieros de negra palabra.

Donde suspire su piel oscura en alivio del racimo de uva.
Huyen nuestras casas incendiadas
hacia infinitas playas de ternura.

Otro disparo al silencio.

Por eso iré por las calles, con mis ojos de noche, después de brindar con el cristo de las guitarras locas,
sin mi compañera, despeinado fugitivo de arrebatarle el brillo; con un millón de poemas de fresa.Con sueños en chisteras que sangran locos como balas... el alivio que recuerda esas manos que acariciaron mis mundos imposibles.Los naipes de mosca en las miradas cómplices... los reinos que brotan del poso de las cosas que entretienen mis dolorcillos.Los silencios que me buscan, acompañan las gaviotas congeladas , tanto velero turbio en el reflejo del alma.

Otro trago.

Tragame bien adentro,

 aullido de la noche que no acaba; 

como yo,

 desprovisto de alertas amarillas,

me tragé toda la estrella

 y el futuro se me ha quedado sin color.

Queda.

Nos miramos y yo te sonrío,
 como sonrío triste al frío que tengo.

Cierta bondad me queda de ella,
como del grito de la palabras,
cierto exorcismo de dependencias rabiosas.

Pasean nuestros mundos tan diferentes
 de la mano de nuestra amistad,
 pues he aprendido a perder  perdonando, sin orgullo.

Habrá de llegar ese día, inventar el paisaje que nos devore.
Invitar a la chica imposible a una parranda que nunca termine.

Poner un parche a un día.

Continúas errante  en el plomo de los ojos
 que pierden sus billetes de vuelta.
Todavía resuelves el instante,
me sobrevives en tus sombras psicodélicas,
 en tus ciudades del vientre;guitarras eléctricas
disparan sus paisajes hacia el frío,
cómplices del gato de trizas...

Volverá por las sendas de los rompehielos,
 tras el eclipse de flores...
riendo con dientes del bosque,
arrebatando al hombre que no es nada,
que se diluye en una calidez cósmica.

Dime que no te has extraviado en el juego,
 que volverán las golondrinas a tu cabeza de nubes...
rumiantes del tabaco,
el cuaderno de perforar corazones,
mi licor de lágrimas del cielo.

Nosotros por las callejuelas del sueño ,
 al rescate emocional
con  nuestros sombreros de hélices.