sábado, 29 de julio de 2017

Jugada por correo.

… de una partida de ajedrez por correo…

Entretejer un suspiro disecado en caballerías de lo abstracto,
el té en la ebullición de signos de mosca…
cristaliza el vacío de sus manos, en la sala de libélulas.

Una jugada con una simbología incontenible, de alto voltaje,
 con un nudo de lagunas de carretera…
de recuerdos de doradas olas, antes de las aves pescadoras…
los telares impecables para las heridas…
 colorearan las ventanas los besos
y los racimos de recompensas…
crisálidas de antojos tras las mirillas…
estaban de carnavales los tronos de montaña y,
en alas de las miniaturas, zumbabas gordo,
 la noche coreada de lumbres y aullidos locos…

Algunas jugadas nubladas por tapices de otoño;
las tortugas con violín
y algunos peinados descabellados…
por bosques de luces, los caballos del temperamento…
por la víscera, la catedral floral en negrita…
otra apertura de las pajareras  en azoteas amargas…
los observatorios de la ciudad y los tintes de las atmósferas.



Entre nuestros sueños exquisitos.

Mezclar con nuestros juegos ,
ciudad de palmas,
 semáforos de las ilusiones…
coreografía de tucanes  de neón;
un  cóctel de playa,
 con veleros rosas, lapiceros…
  piruetas de autos junto a los arcanos
 de un portal de flores en blanco y negro.
Los hogares flotantes sobre la feria.

Las cifras astronómicas de músicas,
 que nos sugieren cada noche,
que se expanden
en una terraza- café donde dibujar su tacto,
 naricilla morenita;
las pirotecnias de la canela y los caballos verdes…
avanzadillas de las calles de San Sebastián,
  con  estelas plateadas de los sueños exquisitos.


jueves, 27 de julio de 2017

Lo que siento.


Lo que siento por ti,
son los gallos de morder en una atmósfera teñida…
un dromedario con sombra de llama;
un malabar que no cabía en la gran caja…
los caudales más adentro de la fibra…
nuevos rumbos para corazones que querían huir por sus peces…

Busco un sol  tras el agujero del bolsillo;
para traerle un vestido de melodías,
 todas nuestras canciones aromatizadas por los sueños;
con las portadas de una ciudad que sonría
a ese horizonte  que acariciaba sus  anhelos…


miércoles, 26 de julio de 2017

Los intervalos de una partida de ajedrez.

Ajardinamos un ajedrez con las teclas de un piano…
confidencias de compositores en sus redes blancas,
y un tiempo de escurridizos manjares,
con un filo de duendes los peces…

las cordilleras que se agrupan para nuestras partidas;
perdí la cuenta de tigres de estantería,
en las variantes de trucha y ducha,
y nos anima el pecho de los jilgueros,
 las tejedoras republicanas con su sonrisa
y las marionetas de nuestros sueños…

las ventanas de los libros
 se abren a burbujeantes calles donde nuestras fantasías besan su mano…
arrimadas lumbres de un mañana de posturas del arte:
 con su sed de colores los portales
 las luminosas llaves del amor
y los exquisitos aromas del agradecimiento…
 las chicas cuyas mejillas sonrosan el aire…
mientras rastrean nuestros gestos por la ciudad;
 que nunca olvidan regresar de sus juegos entre las gaviotas,
de los rompeolas de las tintas verdes…


La espuma del café.


Siendo el verbo, columpios de noche…
siendo mis ojos que la rondan como enjambres;
atraería a mis otros cielos con su tacto,
con  la gravedad de su sonrisa…
un cálido juego de madrigueras…
mientras la espuma de mi café
habla con los navegantes en la luna.


La casa conformada de recuerdos.

Existe el dragón en una gota de agua…
en el papel escrito,
 las ventanas que dan a los quilates de las ausencias;
 la casa tiene un brillo de pasillos negros…
las telas polinizadas
y las carreteras bordadas con su nombre, Leonor.  
En nuestra despensa, un relevo de las atalayas de la canela,
las promesas de cera labiada;
el azul de algunas olas cristalizadas,
 junto a  la espiral de licores de toro,
 cuando caí en la caracola
escuchando los sueños de las damas del mar.

Pulcros bólidos de un parto de ambientes…
Rincones de papel, tienen discotecas de suspiros precoces;
una ruta para elefantes acorazados entre los traseros de los símbolos…
 estandartes de buscarnos entre brumas de los refrescos…
…Para trenzar todos los vientos…
que sonrían las fragancias
 y los coloridos abejarucos
te traigan las sombras del juego,
 donde han de eclosionar paisajes
 de un para siempre, nosotros…

(Algunas letras en memoria de mi madre, Leonor.)               

martes, 25 de julio de 2017

Con mi reina entre los rompeolas.

Multiplica nuestros colores el sabor del barrio;
los genios del humo,
 dispersados por el gran libro de los símbolos…
 vuelan entre las estrellas los gorriones que pasaron por tu iglesia;
 los centauros galopan por las canciones de asfalto…
os evocan, rompeolas de una habitación de periferia…

De gritos blancos, de gritos negros…
ramifican ventanales en paisajes jóvenes…
 se suman inteligencias, se unen las manos que necesitan;

 los peones llenan a su reina de flores.

lunes, 24 de julio de 2017

Rosas.

Mucho más hermoso que mi empeño, es su rostro;
donde desiste la tinta y triunfan los gestos,
y esos versos demasiado bellos los adsorbieron sus besos,
 donde desembocan todas las rosas.
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domingo, 23 de julio de 2017

Sonreírnos

Te quiero, como el café quiere la compañía;
 como la evocación a la lluvia,
como quiere el cigarrillo su pausa.

Me deslumbra este querer,
 y encontrarte es encontrarme
cada vez que huyo de mis fantasmas…

yo te habré escrito después de mí mismo,
con el bolígrafo que trae el primer pájaro
 tras el diluvio de los sentimientos…
con esas palabras que se van a un nido
con plumajes de mil colores.

Y quisiera condensar mis mejores atardeceres
en una gota con que perfumarte
y desmenuzarte todas mis serpientes
en un juego de abalorios.

Saltar contigo y nuestros gatos,
 hacia un dialogo de cien vidas…
 a otra ley de temperaturas marineras
entre tus venerables manos,
con el tacto de mis campos sobre un cóctel;
 entre suspiros de olivos,
el bullicio de las flores
 que giran hacia la luz de tu estrella…
y las piruetas de nuestros comodines de los sueños
que os traen por las ciudades a grandes saltos,
hasta donde nos encontramos para sonreírnos.


( Dedicado a mis amigos, mi familia y mi princesa)


sábado, 22 de julio de 2017

Corazón de cristal.

Déjanos dar otra vuelta a la llave para ser malditos…
que sonrían los leones negros la vacuidad de su fuente…
que mastiquen lo que nos queda novecientos dientes…
que sea para ella, cada gesto del hombre;
que sean mucho más
 que las aureolas de ilusiones
 que ponemos en su imagen…
 que jueguen a su color los naipes salvajes…
 que arrope sus recuerdos
con toda la floresta del corazón de cristal,
donde ha jugado sus noches de lobos la luna.


A mi Dulcinea ( las anatomías etéreas.)

Multitudes saben…
 decorados de una ola,
 coloreados de un dialogo de castillos que duelen;
escaramuzas de las palabras blancas…
los rompeolas de un amor verdaderamente melódico...
 la tinta que  se recicla  con la ardilla azul del tacto;  
voy a devolverlo todo,
voy a confesármelo mil veces antes de confesar…


…las voces cantarinas y el alambique de las ausencias...
quiere la saliva ahogar las heridas;
cicatrizar las llaves que abren algunas inmensidades…
rezumar servicial el rayo verde;
quiere nuestro cielo escribir, lluvia sobre lluvia, cartografías de una crisálida de papel…
la frente tuvo su cruz de navegantes sucios,
el telón de los pensamientos que han luchado por escapar de sus agujeros…
la rebeldía de los colores cuando las mejores inspiraciones siguen ocupadas.

Con el colgante de alguna conclusión utópica;
 muchas piernas de ilusión en nuestras tormentas de zapatos…
 los sudores lisérgicos de los amores…
los sentimientos que sumamos a una luz trepadora por los jazmines.

Gaviotas de nombres cómicos vienen a mi Dulcinea,
 la de estrellas pescadoras.

 Venga a mí la mañana de gorriones como dardos…
los dromedarios que invitamos a nuestros circos de moscas.
Hacia ella vayan todos mis carros dulces;
las alegrías como brillantinas por las mejillas,
lo que dicen los amigos de nuestras espadas blandas…
del calor de un nido en el pecho,
saben los árboles de la resistencia.

Misterios de ángeles,
cada vez que escarbamos en su belleza;
 en la balada ausente…
y el respiro del cancionero en una ventana de caramelo.



miércoles, 19 de julio de 2017

Un café para una dama.

Cuando se parecen a ti,
y tienen un café en la luna para una dama,
y en el sol sus herramientas.
Su antídoto de savia blanca de un ying-yang,
y todo lo que os componen tras las ventanas de hielos frutales;
 con los aviones que calientan  la tripa.

A cada rescate de ramificados abalorios…
cada vez que os visitan las aves por su salón de las flores;
 cuando evocas nuestro tigre entre los tapices
con cada fogata tras el éxtasis negro de un libro…
cuando recorres sus tableros de ajedrez,
sobre un dromedario por los sueños…
 cada vez que buscamos las gemas que salen de sus ojos;
cada escapada a caballo por su pelo…
 entre los labradores de su sonrisa,
digo, descansarás.



lunes, 17 de julio de 2017

La chica del tabaco.


Soy piel de abismos en la tarde golosa…
 su nariz morenita sugiere el adorno de la caricia
…y sus labios, ciudad chocolatina, hechizo de una orilla Caribe…
 con un cóctel de su color favorito,
con una sombrilla  vitalista y nuestro sol lleno de amor…
los brillantes lucios por sus pétalos y ,
en nosotros, esos vientos que animan el ferrocarril a payasadas…
para el corazón,  su coraza de los crustáceos que hablan por los olivos.

La guapa chica evangelista menciona nuestro tabaco,
como ese fuego que nos metemos en la boca;
yo le sonrío y contesto:
es que nosotros somos faquires…


domingo, 16 de julio de 2017

Fauna.

Unos sentimientos de desgranadas geometrías…
 desenvuelven las aulas
 un horizonte con el colorcillo del amor…
premiadas mejillas;
otro arrobamiento de hélices
con explicaciones de palabras larguísimas…

 que de los potros que escaparon puertas adentro
 por un bosque de pautas.
El resguardo que tenemos
de esa ciudad de ramas canela.
Una inspiración de espadas blandas
 bajo chispeantes ubres del cielo.
  
El nido verde
 y las brumas del ombligo sobre el mundo;
 otro arrebato de cañerías tras cerrojos de avispa.
 Los trapicheos de las golondrinas
tras la delgada línea del tacto.
Que nos dicen reyes de la taberna
de avanzadas fortalezas de elefantes negros;
el ajedrez de esperas disecadas;
 el pájaro que paso como un disparo
y nuestros libros camuflados en los leopardos.
 Un silbido se repite para ser abismo
 y otra estrategia para ser fauces.  


domingo, 9 de julio de 2017

Creo( nariz morenita)

Pronto todo te lo encontraras  abierto, nariz morenita,
y los tejados sueñan, jardines trepadores por los ciclos del sabor;
los pianos de amparos de la madrugada.

Donde su cuerpo es barca de expandidos ojos universales;
el corazón, semilla de la canción…
el café latido de un enlace de bolígrafos…
 somos nosotros las trovas a las puertas de los grandes castillos flotantes…
caleidoscopios del pulso
donde no dejamos de añadir colores a nuestra esperanza.

Creo en los rescoldos de Abel que los corazones guardan…
 en los dibujos de los pájaros extraviados.
 Que divisaran vuestro crecer
por el brío de una cordillera interminable…
En los aromas de un mandamiento
por la ciudad ebria de macetas.



sábado, 8 de julio de 2017

Pastora(la fe en el amor)

Aparcarlo todo, por unos momentos,
en las letras grandes del circo;
y una ilusión multiplicada por las lucecitas del recuerdo…
buscarla por la más colorista profundidad del cielo.

Irradias pechos, ciudad de pan;
en esponjas de aguacero…
las costuras escritas…
 desembocas raíz de ensortijadas ortigas;
 de nuestros jardines, el arrobamiento de la lumbre,
las flores de vapor del mecanismo.

Traerás amor, todas las alas que pasaron por tu piel;
 todos los conciertos de salones el vientre…
 traerás un relevo; una libertad de atmósferas densas…
un sosiego de polillas en solapas de pingüino;
 pastora de los rebaños que atraviesan la madera…


Escuchando nuestro ánimo.


Abrir en los libros, su gran ventana negra…
la ebullición de todos los textos
 con aromas de trenes café;
 multiplicados, nosotros bajo un sol lleno de maletas.
Gemidos por los tubos de escape;
no sé cómo puedes,
 si acaso permites;
escrito en las ferias del aire…
. Ciudades cruzando caminos,
con los estribillos a colores,
remolinos.

Corazón es la casa conforme,
 y esas calles que recogen en melodía tus  pasos…
un xilófono que nos traduce a charcos…
otra belleza que se despide con una promesa…
Aviones que rondan,
como moscas,
 los lechos aireados…
 dispuestos a sacrificar otra torre fantasma,
 cuando escuchamos la tormenta de la despensa.

Pequeñas labores diluidas en alas;
amenizas cigarra, trabajadores con casco;
los invasores verdes del ánimo en obras.
Pasados que fluyen
 por otra gema de articulaciones de pereza;
donde despejar una incógnita para respirar frutal;
 expectativas que se extienden por las vegetaciones
entreveradas del absurdo...
 desordenan niños, los pequeños cabezones;
 los limoneros en nuestras plazas de plata
 y los dedos de los parques florecen ingrávidos…



jueves, 6 de julio de 2017

A veces...

A veces disfrazo tabernas  por las sendas de elefantes…
retengo el sabor,
 la última promesa de la bahía;
o me dejo atropellar por las canciones
y desarreglo mercancías en vía muerta.

A veces, creo que estoy a punto de sentir,
 componer la vida en xilófonos verticales.
Hacer otro sitio en la respiración;
 para sus ferrocarriles del dragón,
para los andenes de otros recuerdos.

De mi ajedrez azul a su playa rosa,
haciendo escala de madrugada…
haciendo del vientre tambor de luna,
 para los palacios de los sueños en lucha;
 rezumar en fragmentos de un paraíso de tinta;
también  un mandamiento acompañado de serpentinas,
 rescatado de toda la trova que se llevaron los centauros….


domingo, 2 de julio de 2017

Semillas.

En un café interminable,
 se desatan nuestros dedos de madrugada…
 y un avión-hijo,
 despierta de la palabra
donde se van multiplicando los mares…
 y vamos abriendo las olas;
buscando semillas del cielo.

A veces, vivimos trapecios de glorias;
mientras las fregonas no dejan de conversar,
 de laborar por los tableros de ajedrez:
se dicen que eran investigadores todos…
y las simbologías que caerán a racimos sobre la piel…
. Y en el vientre,
un pueblo que quiere ecos de paz;
y los porteros automáticos de sus labios…
 y armazones de lobos en los planetas rojos.