Existe el dragón en
una gota de agua…
en el papel escrito,
las ventanas que dan a los quilates de las ausencias;
la casa tiene un brillo de pasillos negros…
las telas polinizadas
y las carreteras
bordadas con su nombre, Leonor.
En nuestra despensa,
un relevo de las atalayas de la canela,
las promesas de cera
labiada;
el azul de algunas
olas cristalizadas,
junto a
la espiral de licores de toro,
cuando caí en la caracola
escuchando los sueños
de las damas del mar.
Pulcros bólidos de un
parto de ambientes…
Rincones de papel,
tienen discotecas de suspiros precoces;
una ruta para
elefantes acorazados entre los traseros de los símbolos…
estandartes de buscarnos entre brumas de los
refrescos…
…Para trenzar todos
los vientos…
que sonrían las
fragancias
y los coloridos abejarucos
te traigan las
sombras del juego,
donde han de eclosionar paisajes
de un para siempre, nosotros…
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