Lo que siento por ti,
son los gallos de
morder en una atmósfera teñida…
un dromedario con
sombra de llama;
un malabar que no
cabía en la gran caja…
los caudales más
adentro de la fibra…
nuevos rumbos para
corazones que querían huir por sus peces…
Busco un sol tras el agujero del bolsillo;
para traerle un
vestido de melodías,
todas nuestras canciones aromatizadas por los
sueños;
con las portadas de
una ciudad que sonría
a ese horizonte que acariciaba sus anhelos…
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