Aparcarlo todo, por
unos momentos,
en las letras grandes
del circo;
y una ilusión
multiplicada por las lucecitas del recuerdo…
buscarla por la más
colorista profundidad del cielo.
Irradias pechos,
ciudad de pan;
en esponjas de
aguacero…
las costuras escritas…
desembocas raíz de ensortijadas ortigas;
de nuestros jardines, el arrobamiento de la
lumbre,
las flores de vapor
del mecanismo.
Traerás amor, todas
las alas que pasaron por tu piel;
todos los conciertos de salones el vientre…
traerás un relevo; una libertad de atmósferas
densas…
un sosiego de
polillas en solapas de pingüino;
pastora de los rebaños que atraviesan la
madera…
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