lunes, 20 de noviembre de 2017

cigarrillo.

Tras despertadores granulados,
e hipopótamos de sueños colgantes…
tras cada recuento de filosofías dactilares…

Cigarrillo es esa pausa,
 donde las voces de esas cordilleras,
cobran peso;
entre un mantra de salivas verdes,
tras tragarnos un muelle….

Cada conclusión de azoteas de cartón;
  donde nos prometen,
nuevamente los barcos mercantes…


Amor en rebeldía. De manos de mi musa.

Amor en rebeldía.                                                                     Goyo, 20 nov. 17

Esos amaneceres donde recolectamos todos esos ánimos…
por nuestro amor en rebeldía,
y esos sueños en panales de colores…
 los pintores con los sombreros de paja
 y cada resistencia en abalorios…
esas muchachas de los patios,
y arrimar las brasas de nuestras rutas consteladas…

De manos de mi musa.

Donde irradian  sus hogares,
como hogueras,
 en lo alto de la noche…
 cubramos de hojarascas sinfónicas nuestra pena…
 y supliquemos para que nos reinvente el árbol de mil brazos...
que nos reúnan los tambores que desembocan en el parque;
 que no quiebre la frágil rama canela,
en un neutro fondo de licores…

y de manos de mi musa,
 un hondo candil de tierras,
para nuestros horizontes de cristal.
 De los jardines dela cáscara dura,
 y una lágrima de astros de plata sobre esa semilla,

 de las músicas inmensas…

sábado, 18 de noviembre de 2017

Tintos y lirios.

Fidelidad ,por la que baja la luna a nuestros sueños,
 y se alargan los horizontes….
multitudes, cautivas de luces,
 que evocan los arcos más románticos…
carnavalescas ilusiones que sangraron frambuesas…

 cantos de cañas, que endulzaron ojos de peces negros…
ella,
 por las percusiones más adentro del corazón ,
 y los oleajes que irradian el tacto…

donde brillan nuestros mosaicos más íntimos…
desde los pueblos escondidos entre los trigos,
hasta esa tinta que se nos diluye ,
 en los colores de las calles…

y las melodías  azuladas de mis noches,
cayendo por sus cabellos,
 por los balcones absueltos,
 con tintos y lirios…



miércoles, 15 de noviembre de 2017

La ciudad que escuchaba al río.

…esa luna cantarina,
que jugaba a atravesar el aro;
mientras los chiquillos,
perseguían las lagartijas de los ojos de trigo…

 suspiraba el viento,
toro en rama,
sol en vientre;
y las guindas por los campanarios…
trinos verdes,
 los jilgueros,
 en torno a nuestra casa de los recuerdos.

Que dicen,
 las manos esparcidas por astros de bronce..
. de esas noches,
 manto bajo manto,
y los cultivadores del querer….
 De la ciudad,
que escucha al río,
 y los trovadores del puente en blanco y negro;
las chispas de nata que escapaban de las lavanderas.

De nudo en blusa,
docencia de los bosques
y colinas para un brebaje,
nuestras musas…
los atriles,
nutridos de lluvias y espumas de antojos….
Más fibra para la fibra,
parcheadas de rosales,
 nuestras cálidas mieles.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Rincones.


Cada conclusión de los loros,
 reunidos en el trueno…

 esas azoteas donde  ordeñaron nuestros veleros…

 los balcones que florecen en risa clara;
 esas bicicletas por las constelaciones,
y las moralejas en la plaza de los limoneros.

Mi oración.


Mi oración,
cuna  de astronomías invisibles…
la bondad de ilusiones humeantes en el café…
conociéndoles, conociendo las alegrías de mi mundo…
algunas gotas perfumadas,
 diluidas en los océanos…

tras su rostro, los puertos;
 tras sus manos, los puentes…
lo que tararean las chicas en los autobuses,
 y las guitarras de los sembradores…

 los más golosos rebaños de las noches…
los más tibios inviernos,

en un tacto de hogueras, para mendigos…

domingo, 12 de noviembre de 2017

Escalada.

Esas madrugadas al piano,
 se alargaba,
 inmensamente,
 nuestro tren de los colores…

y esos silencios que han quedado entre nosotros,
 se han besado,
por parques azules…

Vayamos, por nuestros andamios,
 a escribir promesas en los vahos de los recuerdos...

ven,
con zapatillas de casa,
 a nuestra escalada de paz…
 a esas cúspides de todo lo que dejamos marchar…
 si toda meta es comienzo de un nuevo camino.



sábado, 11 de noviembre de 2017

Bienvenidas.

…. Andarines por las tertulias y las antesalas de las mariposas…
y otra proyección de exagerados rocíos.
Escaques de anises…
tras aquellos ojos, que dispararon sueños como balas…
 y heridas las sombras de los olivares;
 por las consultas del loco doctor de los colores.

Siete nortes,
nos traen los quejidos de los campanarios…
 el tiritar de los brillos de sus zapatos,
entre nuestro comodín de los bullicios.

 Esas muchachas que contienen en sus manos, la musicalidad de la simiente…
 decidles de aquellos que regresaron, entre multitudes, como mosaicos;
 de aquellos que se dejaron devorar por los jardines...
recitémosles el romancero gitano,
y la perfumada rotundidad del arado…
que aclaren los rincones,
esos peces que se agrupan,
por torrentes de sus verbos...
 que se enlace con los bosques,
toda la dulce devoción de lo minúsculo…
cada recurso de brasas mágicas,
esas salivas que endulzaron sus castillos de sal.

Compañerismos de los paisajes de hogueras.
Juegan los poetas con las coronas de humo…
nuestro ferrocarril huido sin fin,
por las auras de las auroras;
por esos horizontes sin rugido.

Aún se escucha el corazón por los garabatos de grillos…
 dejad que se instalen en sus sueños, como cerezos…
que enraícen nuestras humeantes mesas,
 en su club de estrellas café.
 Las bienvenidas de las calles en claridades de luna.


lunes, 6 de noviembre de 2017

Parques gigantes.

Nosotros que vinimos, de un mapa de quejidos;
a cada gesto que nos devuelva los sentidos…

Decidme, folklores verdes, de sus rincones en trance…
del lamparón de oseras etéreas;
de los poetas que disparan flores al cielo…
de los renglones como estelas de las cafeterías…

decidme donde os esperan,
 entre los posos más grises de la piel…
 de las gemas  de las psicodelias, los tronos de las deidades…
 de los compañeros que tararean el calor;
donde enraíza la ciudad y llueve la imaginación,
 cada lágrima de color del árbol…

sus cabellos pescadores,
por si nos absorbe nuevamente la calma…
 por si nos invaden los parques gigantes,
 las noches de mares sin fondo…


domingo, 5 de noviembre de 2017

Los rincones tras las rutinas.

 Os pretenden las mañanas
de voces cantarinas entre la ropa tendida…

Las rutinas,
con sus pequeñas dificultades,
 que buscan el equilibrio de lo sencillo…
los retornos por los muelles, cada vez más grises…
las tertulias en los barrios con olor a libros nuevos,
y esas colmenas que se esconden por capricho…
los acompasados colores de sus manos;
 esos otros momentos,
 que concedimos a nuestros momentos…

Esas uñas llenas de recuerdos
en los cargueros que pasaron por su vida;
 nuestros pájaros por cualquier centímetro cúbico de una libertad…
nuestras calles, por torrentes de ojos diluidos…
puñados amigos, que apuntalan los brillos;
 nuestras escaleras hacia sus ventanas de astros…
el poema desarmado que nos entrega;
un encuentro,
 tras cada puerta a un rincón,
más al fondo de nuestro de nuestro fondo.


sábado, 4 de noviembre de 2017

Algunas palabras inspiradas por Van Gogh.

Siento hermano, siento contigo…
el vértigo infinito de este trigo…
siento que deslumbran en sedosa negrura y plata, las noches…
extraviadas las calles, por rondas de cuervos y farolas malditas…
siento que los colores
esparcen nuestros rostros
 por los espejos de las cafeterías…

Dime de aquellos que siempre regresan,
 con cabellos libres y costuras de luz,
por los océanos rojos…

Siento aquellos que os buscan,
con tiernos candiles, por los almendros…
las flores por rincones empachados de sol…
siento los nortes de todas las manos,
 que desempañan
 lo que ha dejado la ebullición de las penas…


jueves, 2 de noviembre de 2017

Las estaciones del poeta entre sus cosas.


Quise ser el eco de esas calles,
 que se prolongan más etéreas;
que pretenden más verbena…

nada tienen mis renglones,
si no se enlazan con las líneas de sus manos…
 nada mis días,
si no los escucho,
por las parcelas de frambuesas de sus labios…

con las estaciones del poeta entre sus cosas;
 y esos puestos donde regalan la miel de mil colores…
los versos libres corren entre los árboles ,
 que suspiran una luna ajardinada…
esa luna que tararea
a las nubes que sonrosan sus mejillas;
las  ilusiones que abonan las semillas del tacto
con las banderolas del día,
y las olas de abrigo,
 cada vez que sales a buscarla…
 con los bolsillos llenos de las canciones más soñadoras…

que restauren el circo,
donde nos mezclan paisajes  sus dedos;
 donde cada aullido es más pecho...
 cada encuentro,
 por  donde  sonría la nieve ,
a la más bonita lluvia pop…
 y las gotas de alegría de sus ojos…