De multiplicar los prismas de los arrebatos;
de ruletas de ilusiones, transitorias;
de unos versos
escapados de otros versos,
de alguna panza de
astilleros.
Volverás con cada llamada de los mirlos mágicos
sobre sus cielos de
los fondos blancos.
Regresarás corazón,
ave inaprensible, canto de los bosques de las devociones que
respiran…
esperado de los oleajes de las palabras perdidas…
por qué sois todos los ciclos en los moldes del ritmo…
los sellados del paisanaje;
cada sedosidad en las manos del detalle.
Por qué sois de cada balada de los bolsillos que tiritan,
unos cálidos revoloteos entre los parpados de la luna.
De otro juego
despeinado en los bullicios;
de otra visión invadida de ventanas.
Por qué sois de un
tirar de cuerdas,
todas de
folklores entre las trovas del disparate,
de su cuenco de los
ecos;
las caballerías de un filtrado de verdes en el ideal de un
suspiro…
las portadas de unas noches que te besan…
por que sois sus rincones
de otra sentencia de flores en blanco y negro.
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