“El artista, y todo hombre bueno es artista, es como
un ave que ha ramificado sus alas.”
Por los surcos de las nuevas plumas,
viajeros hasta donde no nos hemos alcanzado;
por el mundo,
en sus cascaras de las visiones…
Donde todas las orillas se confiesan
al blanco menguante de su libreta,
vendrán todos ellos;
lluviosos por los días de tinta,
por todo lo que espera en el recuerdo…
Desde que marcharon revoloteando los ánimos
por las destrezas de las tejedoras…
las ideas que van del corazón a la cabeza
y de la cabeza al corazón.
Y los besos en sus reflejos de aves exóticas…
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