sábado, 24 de diciembre de 2016

Nuestro amor se fue de fiesta.

De sus manos de cálidas raíces adentrándose en mis puertos…
y nos fuimos de fiesta por no seguir avivando la llama….
 De unos jardines amotinados tras sus puertas…
 pero la recuerdan todos los palacios de cristal…

 sírvenos otra ronda de sus percusiones,
 unidos como en oleajes de una canción de calaveras.
Sírvenos las porciones de aliento,
espumosos de los abrazos de abismos…
sírveme de su corazón otro chupito
 y un sueño de trópicos en vena.


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