Irradiaste en mi vida con tus colores
y despertamos una
rosa roja a los instantes…
me arriesgo a
continuar sintiendo tu nombre
en la piel con murmullos de mar
y entregarte un corazón desbordado…
viendo pasar las embarcaciones del bullicio;
yo,
del brillo de sus cabellos
por toda la estela
que le dejo,
por lo que en mí
reflejan sus manos…
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