miércoles, 12 de abril de 2017

Esos rincones que querían ser tan nuestros.

Abrir los sentidos como ventanas de escuela…
 o caer al fondo de un texto,
si no queremos cambiarnos;
únicamente por un despiste de panes…
empapado nuestro amor de canciones,
de sudores azules
 y rellenados nuestros rincones de tabaco.

Con el calor que define al corazón;
por qué sentirte tan mía si solo eres buena…
devoción de  los cultivos,
que mal os adivinaron los pájaros encantados.

 Un reverdecer de noches
en instantes de puertos indefinibles…
un rumbo de barcos por sombras de olivo
 y un escondite en relojes de trapo.
Se sonríen los perfumes
y las palabras buscan su aro,

en el papel de la Barbie de las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario