Las palabras de un cribar de luces…
lo que queda de los aparejos
es mi sombra,
cada atuendo marrón
y una exclamación de patos;
los jeglorificos de
los pelajes
y las trovas de humo…
desde que la conocí,
andan las
revoluciones sobre muros;
ininterrumpidamente las calles como besos .
Con los sentimientos al fondo de las manos
y cada reverdecer de
nuestro convoy.
Un lecho en una
canción,
entre un botín de panteras
y los sentidos de afiladas lluvias
que la rondan
entre las rosas de las nostalgias.
Desde que enraizaron
mis peones de ajedrez
y yo ando soñando con
ampliar y ampliar…
de azul y rosa,
nuestros horizontes tras sus labios.
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