Entregamos el corazón
y vendimos la inconsciencia;
hicimos llegar
nuestras ganas que te llueven…
las dos gotas de
licor
perdidas en ojos muy buenos….
Telarañas de las
ideas
por las calles
perfumadas…
de amistades que apuntalen
lo que hay en ti a
las palomas;
a los consuelos de
afluentes de un café…
por las sombras de sus cabellos,
cada nido nuestro,
nuestros indios;
de su rostro y estampidas de colores…
de los cultivos en
las manos,
los sombreros al
vuelo;
pegamento de contacto
y zapatillas rosas.
Las autopistas huidas
y los caballos por los humos de Marte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario