Siempre pensé,
en los ambientes de sol
y una fresa en el cóctel;
en una mesa y la
cercanía,
en los relevos de los gemidos
de los pajarillos sobre el mar…
… en una paciencia desenfadada de las escuelas,
con nuestro corazón
en los diagramas…
De esa dama ,
que aparece ante el tablero,
con unos versos de Lisboa en sus labios…
de los montes de luz
a las destrezas del
tacto;
sienten sus manos azules
nuestros caballos
y nuestro plan
en la variante de la luna más clara.
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