Superarnos en los días tibios de sus manos,
fortalezas de sensibilidad…
y el sol de las lealtades que almacena la piel;
por los desenfadados
sabores de ambientes del querer.
Compañera de algunos
pasos de baile;
entre los grandes salones
de un nítido puntillismo de suspiros.
De cada sonrisa,
luminosa flor de luna
en el jardín de los
instantes…
de nuestra álgebra en los cisnes del espejo.
De una delicada orfebrería de estímulos,
la mirada en rocío de recreo ;
nuestras sensaciones por flotadores azules.
Y hemos pintado con nuestras pasiones
los rojos de su jugada de ases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario