miércoles, 27 de septiembre de 2017

Un parche en los cielos.


Comparten las hogueras,
 y luego andan con prisas,
con las etiquetas del tacto;
 aullando en los cursillos de hojarasca, tras el baile…
que los libere el cenit más leve,
 la tiza azul celeste para sus cosas…

 esos rotuladores frondosos,
por donde bajan los verbos del sueño;
los gatos de los escaques de la luna…
las libélulas en una composición de farolas
 y una lagrimita de nuestros árboles de mármol.

Nuestros sentimientos que las persiguen como vibraciones;
cuando sintonizan su canción de los aviones,
con los cielos violetas de adolescencias.


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