Me descubro,
en el espejo de la soledad vampiro;
en el cielo, como otra luz para la llave
cósmica…
Digamos que ponemos
más el simbolismo de los poros;
que comprometimos algo más sentimental que nos
llenara…
nuestros peces,
matemáticos y juveniles;
otra bachata por las
grutas de un gemido…
y nos llama más
adentro de su clave de sol,
la ciudad donde no nos caben los rincones que
te adoran…
sumar otra azotea a
la sonrisa del amanecer…
que brille otro
corazón en las manos,
para nuestra escalera de color.
Partitura que enlaza
horizontes sonoros,
desenredar los dedos
con semillas de su tacto;
con la cancioncilla
de duendes de los grandes cajones.
Flash de una música
que nos de la lata,
y que viene a
atraparte, toda de chocolatina…
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