…La belleza reverdece
ante tus misterios…
en el brillo de cerezas,
de la claridad de sus
ojos;
de los vahos de las
ilusiones ante nuestros dedos;
para escribir sus
cabellos,
de cataratas negras.
Ese rostro que exalta
la antorcha de mis desvelos;
todos los toros que
pasaron por mi frente…
ella que ilumina los
rompientes
de los pájaros
cantores en mi pecho.
Aquellos mejores
poemas que se han perdido,
hacia lo profundo de
cada mirada;
en esos encuentros
que limpiaron mis silencios…
busca mi paladar la
tierra,
para seguir sus huellas…
voy buscando todas
las rosas ,
que sonrosen mis acordes,
para su ventana de
los puertos…
En sus manos, voy
buscando un calor de campos…
Voy buscando su
querer,
a la potencia de los ángeles del huerto.
Un tiritar de humildes rincones de vientres
y cada percusión de
los pueblos de Dios...
cada bordada compasión, donde sonríen los
colores…
Cada caducidad de
nuestras estaciones,
donde regresan los monarcas a los huesos…
nuestros recuerdos
que irán cayendo,
lentamente,
en lágrimas de alas diluidas…
como licor de los
tejados,
en una sinfonía de lloviznas.
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