lunes, 9 de octubre de 2017

Hilanderas.

… a los colores más punzantes, los patios de respiraciones conformes…
recuerdo que llegaste de esas sombras, que querían ser veleros;
de conclusiones barridas por la inercia de todos los días…
 y de pronto ese rostro, donde  nos sonreía el cielo…
de garganta de agua clara; isla donde se evaden las nubes…
de colores que transcienden, sus besos….
 Nuestras fuentes que hierven de bullicios…
alegrías de esa chica de los peluches mágicos,
con ese libro donde van a dormir los olivos.

 Inspirando, por eso del estilo,
otro jaque de pianos a nuestra ventana minúscula;
 un sol de conciencias...
  nuestros  dorados campos
y las hilanderas que tomaron nuestros instantes…


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