martes, 15 de agosto de 2017

Por siempre.

Son ellos, familia y amigos,
las sugerencias de los verbos más celestiales,
en nuestro mejor poema,
 que por siempre será hallado como la primera vez.

 Por si se nos quedan llenas de salas las palabras;
de luces medicinales las plazas…
 los hogares colorean olas sabias;
con esos panales que se ocuparon del mar,
y todas las cafeterías se unen para darnos calor.

 De los anhelos pescadores en sus cabellos de fábulas;
de las raíces de los rosales del tacto…
el corazón en llovizna como recado,
 entre urbes y aureolas de patos,
en esos horizontes que han pasado
 por el cenit de su sonrisa.


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