jueves, 8 de junio de 2017

Ventanas a ellos y ellas; ventanas a Lidia.

Los pensamientos que pasaron masticando el humo y la lluvia mecánica…
acaso alientos tan roncos de rock que den de sentir a las moscas…
islas errantes, nudos tras los dientes…
la luna confidente con los sembrados de las pestañas…  
los caballitos por los tiovivos de licor del ojo,
 donde vendrán los lirios a berrear…
cenit de orquídeas en las revanchas de las callejuelas.. .
jazmines para esos versos de lozanas molineras…
de estudios de gaviotas entre los naipes;
saltar a ti de trenes tan oscuros,
 de trenes que atraviesan rosales…

 Con calculadoras de papel;
tan lentas para calcular, de su perpetua belleza…
 la cifra de farolillos que ahora pretenden inundar nuestros caballos;
 de conformidad, con la calle más azul.
 El número de pajarillos que regresan con cada pausa.
 La cantidad de hombrecitos de colores
 que se ponen de acuerdo a la sombra de las palabras.
 Los millares de ventanas de cada jugada…
 las ventanas que conversan con su noche;
donde el tiempo es la inercia de su sonrisa
y juegan los astros en los patios…
abrigarla con los horizontes de los planetas
 que  vemos  pasar por nuestra farola…                                      

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