Todos los colores de
la sensibilidad en el tacto de sus manos;
raíces del olivar.
Y te buscan orondas
gaviotas entre todas las cosas del pecho…
un zig- zag que
atraviesa en sacramento,
campanadas de mis sueños…
el ronroneo de los trenes que nos llevan al
instante…
las erizadas
cordilleras tras los ojos.
Tinta vitalista de torrenciales gatas del
cielo
que quiere melodías
con su nombre,
Lidia,
en los jardines vaporosos de las maletas
abiertas.
Continuaran ellos,
pintándose los
ideales sobre sus camisas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario