martes, 13 de junio de 2017

Gaviotas.

 Lo que las gaviotas que se llevaron  de un querer
en una larguísima noche de ajedrez-orquesta…
por los desagües ,
los rastros de algunos arcoíris de neón…
farolas a la deriva del vicio…
 nuestra canción más lenta
que pude guardar bajo el sombrero.

 La luna que nos escribe con su pintalabios rojo;
las serpientes juegan con los abalorios
 y nos conversan esas heridas
que no se distinguen de las heridas del tiempo.

Caudal sobre techo, las guitarras;
los callejones que impone la sangre…
 las orquídeas que crecen por nuestras carteras;
el café que filtramos por nuestro papel escrito.
Raíz de los ojos, badajo de lumbre;
 por el calor torrenciales, empedernidos…
 horizontes que batallan por sus babas de colores,
 caballeros en jaque de una dama
y lo que aprendieron las altas torres
 para sacrificarse por ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario