Quien le pone los cascabeles al tigre…
cuando,
entre el vaho
de la musa que le sueña…
Aparejos del horizonte
donde anudar sus sentimientos,
en el poema de brazos del mar…
de los ciclos de sus cabellos negros,
de los ramificados ambientes
donde florece el azul de los pechos;
donde se nos doblaron
las almas
como los relojes de
Dalí …
Nos asistieron las
ciudades
a la ronda de zorros
blancos;
cada cual encuentra
su lugar en la guitarra,
en nuestra canción de labores ausentes…
donde nos anidaron
las caricias
en los colores
de su incondicional juego de pétalos.
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