lunes, 28 de noviembre de 2016

Donde se encuentra el corazón con las palabras.

Coloreas con tus canciones mi barquita.
Líame,
mi habanera,
 con la piel morenita de atrapar tus oleajes. 
Envuélveme con tu sonrisa
las estaciones que brillan entre sensaciones de hojarasca.

En cada amanecer de coros
 refrescados del rocío donde juegan tus esencias.
 Encontrarte en las curvaturas de lo dulce,
melodiosa en mi puzle de las sombras encendidas.
Reflejarte en cada valor que nos tarareamos;
de la belleza que se encuentra por los caminos…
De nuestros desarrollos en los destellos de la esperanza.
 De los tapetes luminosos en las armonías que nos confían.

De su rostro,
 los rasgos mimosos de las oraciones;
las semillas de anhelo en nuestros horizontes.
De nuestros cobijos en los bullicios de  cada noche en su tacto,
donde ha enraizado una ternura infinita
 en  la que se nos ha desbordado el calor de las palabras.

Goyo, 24 nov. 16.
Un poema dedicado para Lidia.

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