sábado, 30 de abril de 2016

Trigo Amargo.


Me traen para amarte de rodillas ,
bajo cipreses que nos pintan de jovialidad oscura,
en un cementerio de polvo blanco.
Otro imposible se nos ha caído en los soles negros
de tu rostro sabio
 y no comprendo este dictado de cuervos,
 lo que nos sangra el trigo,
los corazones dorados en campos amargos...

pero por los tejados galopan las rebeldías de espuma,
 como hemos sido construidos, todo de sueños...
regresarás a doler riendo,
arderá danzando,
dentro de sus espectros,
cuando nos dan de beber el color.

Cuando en sus engranajes prometen horizontes de letras,
como dibuja su fauna de sonrisas la psicodelia
de la tierra mojada tras un aguacero lisérgico.
Donde desenredan las sombras sus rincones
y babean nuestras fauces de tormento sus paisajes jóvenes.

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